Los mejores consejos para cuidar a un gato anciano

Del mismo modo que los humanos, los gatos también se hacen mayores. La esperanza de vida de los felinos es de 16 años, y a partir de los 12 años se considera que ya son ancianos. Gracias a los avances médicos, nutricionales y farmacológicos, los gatos cada vez viven más años, pudiendo llegar a los 20, lo que correspondería a 96 años en los humanos. Si tienes un gato anciano en casa, hay una serie de consejos básicos que debes tener en cuenta para atender sus necesidades.

Salud

Una de las enfermedades más frecuentes en gatos mayores de 15 años es la insuficiencia renal. En las primeras etapas notarás que tu gato orina más de lo normal, y también que lo hace con mayor frecuencia. A medida que avance, perderá el apetito y tendrá náuseas y vómitos.

La pérdida de la visión también es habitual en los gatos cuando se hacen mayores, aunque se adaptan muy bien a esta condición. Quizá le veas caminar por casa sin ningún problema porque se guía por otros sentidos, pero tira delante del animal un trocito de algodón un trozo de algodón sin que haga ruido, y observa su reacción.

Alimentación

Todos los animales necesitan una alimentación adecuada a su edad, tamaño y estado de salud. Seguro que el veterinario puede ayudarte a encontrar un pienso específico para tu mascota. Si ha perdido uno o varios dientes y le cuesta masticar, puedes ofrecerle un buen alimento húmedo.

La hidratación es muy importante en toda las etapas de la vida del gato, pero sobre todo cuando es anciano. Debe tener agua fresca y limpia siempre a su disposición.

Higiene

En lo que respecta a la higiene, si tu gato anciano ha tenido buenos hábitos dentales desde que era un cachorro, ya tienes mucho camino ganado. Cuando los felinos son mayores se les acumula más placa bacteriana, y esto es justo lo que hay que evitar con una buena rutina de cepillado.

A los gatos les encanta atusarse, así que si notas que deja de hacerlo en algún momento, lo más probable es que le duela la boca.

Por supuesto, debes prestar mucha atención a la limpieza de la bandeja de arena. Si tienes una casa grande, puedes colocarle varias por diferentes zonas. Lo más importante es que los areneros sean cómodos, sin bordes altos, para que el animal pueda entrar y salir sin ningún problema.